jueves, 31 de julio de 2008

Venecia y la fuerza del destino

Pero la fuerza del destino
nos hizo repetir
que si el invierno viene frio
quiero estar junto a ti.









Yo no quiero calor de invernadero;
yo no quiero besar tu cicatriz;
yo no quiero París con aguacero
ni Venecia sin tí.

Sí quiero



Cuando Ayala me dijo que se casaba,me sorprendió una vez más,"El diecinueve de julio en Canena, no se lo digas a nadie Merchi, que puede haber cambios...", entonces faltaba más de un año para la fecha y entonces pensé que era tiempo más que suficiente para buscar el vestido ideal y los complementos, ponerme morena, asesorarme en el peinado y el maquillaje,hacerme de las mejores joyas, y en definitiva llegar a estar tan radiante como la ocasión lo merecía. Pero lo cierto es que tanto tiempo dediqué a estar a punto físicamente, que apenas me dio tiempo a asumir que la Inma se nos casaba.
Y ese lejano diecinueve de Julio de 2008 llegó,y Ayala entró en la iglesia de Canena del brazo de su padre D. Andrés, y yo me dí de bruces con el día de la boda de mi gran amiga.Pese a tanto preparativo, yo no fui consciente del hecho en sí de la ceremonia hasta que no lo viví en mis propias carnes con más de cuarenta grados,el paseillo hasta el altar, el saludo entre los contrayentes y familiares,el momento de las arras, el sí quiero de los novios, y por supuesto, la música.
Todos perdimos un poco pie, y no sólo por el calor, las emociones estuvieron también muy presentes, Ayala había conseguido que desde Andorra a las Canarias, pasando por Cádiz, Murcia, Málaga, Córdoba o el mismo cielo, todos sus grandes amigos se hubieran desplazado hasta su pueblo para compartir con ella este día tan especial. Todos deseosos de que la suerte, hasta ahora siempre de su lado, y la felicidad le acompañen en su nueva vida junto a su Paco.

viernes, 18 de julio de 2008

Mi verano y el no trabajo




Aprobé mis oposiciones poco después de acabar la carrera. Lo que ha supuesto que hasta el momento no haya tenido que trabajar nunca en verano. Los meses de julio y agosto son para mí ahora, como siempre, vacaciones.No me siento especialmente privilegiada por ello, ni avergonzada, ni siquiera orgullosa, simplemente asumo que en mi vida sigue todo casi como antes, porque mis años comienzan en septiembre y no en enero, y porque sigo sin ser totalmente adulta, no del modo en que otras muchas personas creen serlo por trabajar 25 horas al día.
A mucha gente esto de las vacaciones estivales le trae de cabeza, y con demasiada frecuencia soy objeto de los comentarios más cansinos: menuda suerte que tienes,sin trabajar y encima cobrando, y qué haces con dos meses por delante?yo me cansaría estando sin hacer nada tanto tiempo... y yo, de lo que me canso en realidad, es de tener que explicar a todo el mundo que no, que me encanta no trabajar en verano y que las oposiciones salen cada dos años para que el que guste se presente, que yo ya me las saqué y no le debo nada a nadie.
Yo adoro el verano por encima de todas las cosas desde siempre. Cuando llega el calor me pongo contenta y me dedico fundamentalmente a disfrutar en la medida de lo posible: playita, modelitos, fiestas, salidas, cenas, viajes, visitas inesperadas, planes sin fin... y mis mañanas en el chiringuito.

El Chiringo pertenece a mi Titi, lleva abierto unos cuatro años y he aprendido a disfrutar de él con los años.Poco a poco me he ido acostumbrando a él a su tranquilidad, a sus moradores, a sus colores y olores... y el chiringo se ha acostumbrado a mí, a que lo riegue tempranito, a que me patee su orilla, a que me bañe en sus aguas y a que me tumbe en su arena a disfrutar de una buena lectura y del astro rey.Al mediodía me llama para compartir mi vermut con su dueño y con otro de los grandes clásicos del chiringo: Miguel Clavero. Ninguno de nosotros hace nunca mención de la suerte que tenemos de poder estar allí tan agustito, hablamos de otras mil cosas interesantes. A la vuelta, ya en casita: ajoblanco fresquito y siesta de horas. Qué mala vida no?

lunes, 7 de julio de 2008

LA POLVORONA



Hablar de Ayala no resulta tarea fácil, porque a ella como a las buenas ciudades, hay que vivirla; de día de noche, en invierno en verano, en fiestas en día laborable, a solas con más amigos... y ella es siempre la misma aunque no igual.
Ayala me buscó una tarde en Granada después de que yo faltara a clase en la facultad hace ya mil años. Fue gritando mi nombre por las calles de mi barrio, y me encontró. Desde entonces estamos juntas en esto de la vida, aunque desgraciadamente en la distancia.
Ayala, Inma, la Carry, la Polvorona, o mi pequeña se casa en dos fines de semana. Nadie se lo cree aún, ella la que menos, pero no porque creamos que le asuste el compromiso ni porque pensemos que no quiera a su Paco, sino porque que ella: seductora nata capaz de ligar hasta en la sala de espera de un hospital, juerguista sin compañera, y amiga incombustible solucionatodo, haya decidido sentar por fin la cabeza, da al traste con esa etapa de la vida a la que muchos seguimos aferrados con uñas y dientes.Se nos cae un mito y nos resistimos a aceptarlo.Si Ayala se casa qué hago yo aún tirada por los pubs a las 7 de la mañana? Dios qué duro!!!


Además de la juerga que nos pegaremos en la boda, no tengo duda alguna, habrá seguro muchas juergas previas de despedida. La despedida oficial tuvo lugar este sábado 5 de Julio, una fecha que en principio se presentaba dura de afrontar para mí,por motivos que no vinen al caso, pero que finalmente superé con grandes dosis de buena compañía y risas. Hubo autobús del amor,reencuentro entre amigas, Ayalas hermanas, primas y tía,playa, limusina, antros de mala muerte, boys, travestis,chicos guapos que se interesaban por la homenajeada y su corte, taxistas surrealistas, salas vip, ascensores de alta tensión y una protagonista insuperable disfrazada de polvorón!!!
La polvorona hizo las delicias de toda aguadulce, y para poderla digerir hicieron falta muchas horas de baile, mucho alcohol y mucho amor.Los chicos se la rifaban, todos se acercaban a preguntarle, unos intrigados por el disfraz, otros para preguntarle si no pasaba calor, otros para simplemente conocer y desear suerte a ese ser intergaláctico que parecía nacido para vivir esa noche. Cuando llevaban cinco minutos con ella se daban cuenta de que la suerte la habían tenido ellos por haber podido asistir y participar en la despedida de una estrella que cambia de galaxia para brillar una vez más con luz propia.

martes, 1 de julio de 2008

Con las candelas se encienden los corazones



Para los que vivimos en la costa, la noche de S. Juan es una noche en la que independientemente del calendario, uno está casi obligado a tirarse a la calle a lavarse la cara, y a quemar algo. Agua y Fuego. Esos son los elementos que no deben faltar en cualquier noche de S. Juan que se precie. Es cierto que en los últimos años me he saltado el protocolo de forma descarada, pero se me consiente porque estaba igualmente de juerga aunque sin agua y sin fuego.
Este año tuve la suerte de ser invitada a la fiesta que mi compañera de plástica Juana, para los alumnos: la gaseosa, dio con motivo de su santo. La compañía fue superior, yo con mi antonio, mi alf y mi frank me basto,pero lo realmente alucinante fue que la gaseosa, aparte de darnos de comer y beber, nos proporcionó nada más llegar, nuestras pistolitas de agua, una pinza de la ropa para que escribieras tu nombre y te la colgaras, un palo y muñecas cada cuatro personas.
Al principio no entendimos casi nada, pero cuando terminamos la guerra de agua, completamente empapados y tiritando de frío, y la vimos a ella ensartar su muñeca en el palo y meterle fuego, todos y yo la primera, nos dimos cuenta de que estábamos ante una más de las genialidades de la gaseosa artista que, por supuesto, debía recogerse en este mi blog.